En muchos casos donde una persona ha pasado varios años sin visitar al dentista o sin cuidar bien de su salud bucodental, es muy habitual que el tratamiento para rehabilitar una sonrisa implique la combinación de distintos profesionales y/o disciplinas odontológicas.

La ortodoncia no es sólo un tratamiento independiente para resolver maloclusiones o para mejorar estéticamente las sonrisas. El enorme desarrollo de la ortodoncia y sus múltiples posibilidades, la han convertido en un tratamiento en el que se apoyan el resto de especialidades dentales.

La presencia de enfermedad periodontal, la pérdida de hueso o encía, una anotomía ósea comprometida, la presencia de prótesis dentales deficientes o la rotación o mala colocación de los dientes son todas las causas que pueden hacer de la ortodoncia un elemento fundamental en la rehabilitación completa de una sonrisa. Problemas estéticos, restauradores o periodontales aparentemente sencillos de resolver pueden tener causas multifactoriales que recomienden o incluso obliguen a apoyarse en la ortodoncia.

Es en estas opciones cuando hablamos de ortodoncia multidisciplinar o de apoyo, pues se trata de casos en los que la ortodoncia no resuelve por sí sola el caso pero resulta vital o incluso imprescindible para poder finalizarlo y resolverlo con éxito.

En estos casos es imprescindible un buen trabajo en equipo y una excelente planificación y secuencia de los pasos que nos conducirán hacia el resultado deseado. La colaboración del paciente y su participación activa, siguiendo los consejos y directrices del dentista o de los dentistas implicados en el tratamiento son también de enorme importancia.

La ortodoncia multidisciplinar nos ayuda a restaurar la función y estética conjuntamente, lo cual es el objetivo final de un buen tratamiento odontológico.